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Luque, tras los allanamientos: “No me reprocho nada”

El médico personal de Diego Maradona se desligó de la responsabilidad por su muerte y aseguró que "no hay culpables". Dijo que, en el último tiempo, el exjugador se sentía "muy triste". "Si de algo soy responsable es de amarlo, cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último", remarcó.

Leopoldo Luque, el médico de Diego Armando Maradona, rompió hoy el silencio y se desligó de la responsabilidad por la muerte del ex-jugador, luego que la Justicia ordenara allanamientos en sus propiedades ante la sospecha de “homicidio culposo”. “Si de algo soy responsable es de amarlo, cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último”, señaló.

En el interior de su casa de la localidad bonaerense de Adrogué, que esta mañana fue allanada por orden judicial -al igual que su consultorio en Capital Federal-, el especialista recibió a los medios de prensa y respondió preguntas en torno al tratamiento que recibió el ex jugador, su situación judicial tras el fallecimiento y luego de que se conociera que las hijas del astro del fútbol, Dalma, Gianina y Jana, cuestionaron en su declaración la atención médica que recibió su padre en los últimos meses de vida.

“No me reprocho nada”, inició Luque, quien aseguró que no ve “ningún culpable” del fallecimiento y garantizó que “se hizo todo lo que había que hacer y más” para salvaguardar la salud de Maradona.

Pese a mostrarse sorprendido por los “modos” en el accionar judicial, el especialista aseguró que estará “a disposición” de la Justicia y detalló que los agentes policiales retiraron de sus propiedades la historia clínica del exjugador, los reportes médicos en torno a su condición de salud y dispositivos electrónicos varios, tanto personales como profesionales.

“No entiendo lo que hicieron hoy, pero sí lo que hice por Diego hasta el último momento. Tengo todo para demostrarlo y estoy seguro que hice lo mejor que se podía con Diego“, aseguró.

Luque reconoció que “no puede ni leer las que cosas que se dicen” en los medios porque se murió “un amigo y una persona a la que acompañó hasta el último minuto”. “Yo estuve en el entierro, en el velorio, en todo momento, porque yo sabía que él lo quería así. Yo vi a mucha gente que no había visto nunca. Por eso que se diga que yo no estuve con él, no lo puedo creer”, señaló.

 

En varias oportunidad de la conferencia, Luque descartó haber sido el médico personal de Maradona o el encargado de coordinar su tratamiento. Insistió con que era solo su neurocirujano y, sobre todo, amigo, además del único profesional médico al que el exjugador escuchaba.

“Dicen que yo era el médico de cabecera: yo soy neurocirujano. Diego odiaba a los médicos, odiaba a los psicológos, pero conmigo era diferente, porque yo era genuino con él. Era mi amigo. Pero sabía que tenía muchas molestias, desde antes de conocerme, y sabía que él necesitaba ayuda”, señaló.

En este sentido, Luque aseguró que su rol era el de hacer “sugerencias” a Diego, quien remarcó que siempre mantuvo su “autonomía” y “decisión” respecto su propio tratamiento. “Diego me echó un montón de veces de su casa. Me echaba y después me llamaba, esa era la relación, la de un padre con un hijo; un padre rebelde”, señaló.

“Yo soy neurocirujano, lo que yo hacía era llevarle un médico clínico, un gastroenterólogo. Lo acompañaba hasta el dentista, porque si yo no estaba al lado, Diego no se sacaba ni una muela. Así funcionaba”, agregó.

En cuanto a los últimos momentos de su vida, Luque describió una situación que se vivió el jueves último a su muerte, cuando Diego echó a muchos profesionales presentes en su domicilio por rehusarse a la atención.

“Diego es un paciente de alta, todo lo que se logró (como poner una enfermera y otras atenciones) era de más. Diego podía echar a todos, como lo hizo con el acompañante terapéutico. La alta neuroquirúrgica la tenía, la alta clínica la tenía. Todo lo que vino después fueron sugerencias que el paciente tiene que tener voluntad: yo no puedo obligar internar en un manicomio a un paciente si el paciente no quiere“, señaló.

Y agregó: “El jueves voy a verlo y pasó lo que pasó siempre con Diego: cuando él se pone mal, echa a todo el mundo. ¿Y qué se hace con eso? Quiero que me digan todos los médicos habladores, los periodistas habladores, ¿qué se hace con eso? Al único que recibía era a mí“.

Luque también aseguró que “el riesgo de Diego era el consumo y no un ataque cardíaco”, por lo que los esfuerzos estaban colocados en controlar la ingesta de pastillas, así como la ausencia de alcohol. Esto, asegura, explica por qué no había indicios para pensar que era necesario contar con desfribilador y una ambulancia en todo momento en el domicilio del Diez.

Además, el médico aseguró que “la voluntad de Diego era imposible”, por lo que no contaban con las posibilidades de internarlo en centros de rehabilitación u otras instituciones. 

“No hubo un error médico, se hizo todo lo posible para disminuir las chances que un evento así suceda”, señaló y aseguró que fue él quien extendió la internación. Al salir de la clínica, se buscó convencer al ex jugador de incluir en su domicilio profesionales de diferentes disciplinas médicas para su atención. “La excusa que le poníamos era que era por la cabeza, aunque ya estaba bien”, indicó.

“Todos hicimos lo mejor que se pudo. Estoy agradecido a las enfermeras, médicos, todos los que me llamaban cuando lo veían mal. Cuando hablan del supuesto en torno, hablan de personas que tenían que hacer malabares con un tipo….¿no sabía quién era Maradona o yo solo sabía?“, indicó y aseguró que, en el último tiempo, “Diego estaba muy triste”.

“Él quería una vida que era mala, yo trataba de acompañarla, hasta lo saqué a pelotear, que no quería hacer eso. Una vez que lo vi solo, un domingo, me lo quise traer a casa pero no quiso. Él extrañaba mucho a sus papás. Le cambiamos la vida a lo último y él se fue”, señaló.

Sobre el final, Luque remarcó nuevamente que no se reprocha “nada” y aseguró: “Si de algo soy responsable es de amarlo, cuidarlo, de extenderle la vida y de mejorársela hasta lo último”.

 

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